miércoles, 27 de agosto de 2014

Sagara IV


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        Llega la noche y las sombras se balancean en los columpios. Ríen y gimen las cadenas cuando el viento las empuja. es un viento arisco que muerde al levantar la arena del suelo. Deseo, deseo tanto subirme a la caseta del tobogán y convertirme en un cohete, que despega en sentido inverso. Pero pesa la mochila de deporte, pesan las piernas, pesa la hora de volver a casa.
       Lo importante es no pararse, seguir el compás,- 1, 2, 3, 4,- pues si lo pierdo, no podré llegar jamás. Golpe de puerta, giro de muñeca, tintineo del llavero. Dentro.
         -¡Hola!
       Nadie responde, sin embargo, sé que tanto mi padre como mi madre están ahí. Cada uno perdido en su agujero. Imagino a mamá serpiente, enredada con la bici estática en el sótano. Papá serpiente escribiendo mensajes a alguna lagartija...Yo voy a mi celda, abro un libro y sigo contando, 1, 2, 3, 4, 5... los segundos que quedan para la cena. Esas balas, esas malditas balas no desaparecen. Detenidas en el aire frente a mi, amenazan con atravesarme. "Sagara, Sagara, a Jon le gustas..¿Te has dado cuenta de cómo te miraba?" "¿Porqué no te has quedado con él?" El vestuario parecía un gallinero, nadie se acordaba del gato enfermo ya, era más importante resaltar mis éxitos, mi actitud y lo celosas que estaban. Sin embargo, yo había permanecido con los peones, no había hecho jaque al rey cuando había tenido oportunidad. Eso les hacía admirarme, y envidiarme más aún. Debía actuar con cautela.
        Sin embargo, sus suposiciones se limitaban a los 3 elementos que ninguna niña debe osar sobrepasar. Cualquier suceso del mundo que no pudiese catalogarse en 'Salud, dinero y amor' debía ser obviado, triturado, eliminado de sus mentes. Información clasificada para tan débiles neuronas.
         'Amor'... ¡Já!Esas balas no apuntaban al corazón, si solo así fuera...
         No recuerdo cuándo comencé a jugar con el amor, mis recuerdos alcanzan a los primero besos a mi padre, a la maestra de guardería, a mis compañeros. Besos en la mejilla, cumplidos, lágrimas de cocodrilo. Hacer sentir que eres una muñeca que come de su mano, ha sido siempre tan fácil. Sutileza, sonrisas cómplices, escondites, un sugerente dedo sobre mis labios que indica silencio, y el sello de que son míos. Pero él no. Él no. Tengo miedo, no puedo contar al mismo ritmo los segundos, se me escapan en escalofríos, no me deja de mirar, aún en la pared, brillan oscuros y terribles. Quiero que dispare, que dispare y haga conmigo lo que le plazca. Que saque la serpiente que tengo dentro, que beba todo mi veneno y se intoxique. Tal vez, tal vez así seré solo un pollito sin memorias, que se alimente de los granos que él me de y que por las noches duerma tranquila entre el aliento del resto de animales de sangre caliente...
            -¡PUTA!
          Se ha escuchado un golpe metálico, una sartén cayendo al suelo, imagino. Cuando son cristales o platos es más fácil adivinar que tenía mi madre en sus manos cuando mi padre le ha golpeado.
             -Zorra de mierda, ¿Quién coño te ha dicho que me puedes dar órdenes? ¿Que deje de enviarle mensajes a mi secretaria? ¿De qué vas? ¿Crees que me la quiero follar? ¿Es eso? ¡Ella no es tan puta como tú! ¡Sólo a una puta se le ocurriría algo así! ¡Poniéndote a punto llevas 2 horas en la bici! ¿Disfruta al menos, o eres tan jodídamente estrecha como conmigo? ¿Quieres que le diga a tu madre lo salida que está su hija? ¡No tienes corazón! ¡La vas a destrozar a vergüenza!
          Las puertas aplauden con fervor, los dos bailarines están haciendo temblar el suelo de la cocina, la prima donna ha empezado a cantar arias en mitad del pas de deux incluso.¡Qué espectáculo! ¡Qué maravilla! Y todo el mundo  se lo va a perder porque las ventanas están insonorizadas y las puertas al teatro cerradas.
           ...3672, 3673, 3678...cuando llego al 3690 mamá me llama a cenar con una voz de pajarillo. En la mesa hay pescado a la plancha, cubiertos de plata y flores frescas en los brazos de mi madre.
Me sonríe entre fucsias y violetas.
          Mi padre me da un beso en la frente.
              -¿Qué tal el día, cielo?
          Sonrío como el sol al amanecer.
              -Perfecto.
                                                      ★★★Continuará→

        ★NanaGarcía/@Nanaringain
   
   



        
   

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